viernes, 21 de agosto de 2009

¿Y por qué lo amas?

Él alguna vez le preguntó:

-¿Por qué lo amas?

Ella sollozando le contestó:

-Es que... no lo sé, solo sé que lo amo... y mucho.

Con su "sospechosismo" de siempre, él agregó:

-Tal vez no lo sabes, porque no es así, será otra cosa entonces...

A lo que ella solo pudó decir:

-Solo siento que a veces tu corazón sabe cosas que tu cerebro no puede explicar.


...No para el resto de las personas, a veces solo es explícito para ustedes dos, en el mejor de los casos; en el peor solo es explícito para ti.

Sin contar nunca al resto del mundo.

7 comentarios:

LJ-90 dijo...

Tienes mucha razón en lo que escribes, a veces el corazón siente cosas que el cerebro no puede explicar...o eso he oído.

Creo que uno no debería dejarse llevar por las emociones, o por lo menos no muy a menudo. Después de todo, ¿somos racionales por algo, no?

Muy buena entrada y muy buen blog, me ha gustado.

Nos vemos y aprovecho para agradecerte la visita a mi blog, se agradece tu comentario :)

Ivonne dijo...

sabias palabras... creo ke si el amor fuera tan "facil" de explicar perderia un poco de su magia... seria kisa menos especial

y eske la verdad la palabras sobran cuando se siente amor por otra persona porke las palabras son nada comparado con lo ke se siente

un saludo

Ela dijo...

si que no hay como explicar el amor...
me pregunto por que algo tan hermoso te puede destruir tan facilmente

Anónimo dijo...

qué triste <(

más la última línea, qué fea persona jajaja

saludos y gracias por pasar a leerme =D

LA GORDA dijo...

Yo lamentablemente tengo conectado con un puente neutrogeno el corazon con el cerebro.

Pablo Vargas dijo...

Como siempre mi querida amiga, buen post, creo que no queda mucho que agregar a lo que dices, la verdad ya esta escrita, el corazón tiene razones que la misma razon no entiende...

Cuidate señorita, un abrazo, feliz fin de semana!

Anónimo dijo...

Muchas veces el corazón va por libre, no podemos ni sabemos explicar sus sentimientos y sus decisiones... pero nos arrastra irremisiblemente, y nos dejamos llevar...

Besos.