viernes, 12 de marzo de 2010

Siempre estarás en nuestro corazón...

Antes de vivir en nuestro corazón ella vivía en la pancita de su mamí, sería la princesa todos y tendría mucho amor para recibir. Se sentía hermoso como pateaba cuando platicabas con ella en su pancita y se movía, vivía en su propio mundo protegida de las crueldades que existen fuera. Era esperada y amada por todos. Tenía ya una vida planeada y hecha al lado de la gente que la amaba desde que supieron de su existencia, colmándola con anticipación de presentes, besos y buenos deseos.

¡Por fin nació! A los 8 meses, pero a pesar de que vivía en una panza prominente, peso 1,500 gramos, fue una eterna preocupación y angustia, pero pensamos que era por ser una bebita prematura y que tras unos días internada todo mejoraría. Pero no fue así...

Con el paso de los días le diagnosticaron "Síndrome de Edwards"o "Trisomía 18", los bebes con esta enfermedad no superan el año de vida, debido a que es una anomalía congénita que afecta todo su cuerpecito y sus órganos no se desarrollan como un bebé "normal". Es una enfermedad rara pero más común de lo que se quisiera, ya que existe la posibilidad de 1 entre 6,000 recién nacidos, y es más común entre madres mayores de 35 años. Es detectable desde las primeras semanas del embarazo, pero este diagnostico es triste y grave ya que la enfermedad es incompatible con la vida y se recomienda no tomar medidas que la prolonguen pues el sufrimiento de los infantes es inmesurable.

Le pedimos a Dios que la ayudará y la protegiera; le pedimos a Dios un milagro; le pedimos a Dios todo lo que se puede pedir para sostenerse cuando uno pasa por momentos difíciles en la vida; al final le pedimos lo que el decidiera y le suplicamos por resignación por lo que sucediera, pero no sin luchar...

A veces hasta para las personas no creyentes, practicantes y lejos de ser devotas, lo que sea que signifique DIOS para cada uno de nosotros, es lo que esta ahí cuando lo necesitas. Para mí es esa fuerza que sale desde el fondo de tu corazón para abrazarte cuando lo necesitas; para sostenerte cuando estas resbalando a un abismo sin fondo, para animarte a seguir adelante cuando crees que lo has perdido todo, es lo que te impulsa a seguir cuando sientes y piensas que no hay nada que valga la pena luchar; eso es Dios, mucho más que un amigo o una creencia, es lo que tengo para creer cuando no tengo nada que creer ni porque hacerlo.

Pero a veces por más que te duela dejar ir a las personas que te hacen feliz tienes que ser realista y aceptar cuando no se puede más, sobre todo porque estaba ella esta sufriendo y no tú; su corazón estaba demasiado pequeño (la iban a operar del corazón pero el tiempo no alcanzo); sus pulmones tenían muchas malformaciones, en el cunero lloraba pero no se escuchaba nada, le dolía cuando lloraba, ¡ella estaba sufriendo! No hay nada peor que la impotencia de ver a los tuyos sufrir, padecer y llorar sin poder hacer nada. Solo queda dejarlos ir.

Dios se llevo al angelito a descansar, así fue como la despedimos, como el angelito que estuvo entre nosotros y que por mucho tiempo nos lleno de esperanza y amor, y que todavía vive en nuestros recuerdos. Ella fue una luchadora y fue un pilar de enseñanzas: nos mostró que no importa si es un día, una semana o un año, vale la pena luchar por la vida de bebes con trisomía 18 y tener una luz de esperanza en las penumbras, no importa cuanto te diga la mayoría que esta enfermedad era incompatible con la vida. Ella murió cuando su corazoncito no podía más, se fue a un lugar donde no sufre y puede ser feliz. Gracias a ella por habernos regalado la oportunidad de conocerla. Gracias por enseñarnos a ser fuertes, apoyarnos y aceptar lo que venga, enfrentándonos de las adversidades que se presenten.

Las grandes esperanzas están ocultas en las tristezas que te da la vida.

Para ti pequeña Sofia (junio/2008).