Resiliencias...

Acabo de leer el blog de Beth, de cierta manera me hizo recordar cuando era más pequeña (por aquella tierna edad de kinder garden) y en la plaza del pueblo se utilizaban esos puestos de jugos naturales y desayunos caseros (no zandwichitos, tortas y esas cosas).

Mi mamá trabajaba enfrente de dicha plaza y como por lo regular apenas nos alcanzaba a bañar y calzarnos, siempre nos compraba un "chocomilk", lo más sano que podía encontrar y que quisiéramos tomarnos con gusto. Además que quedaba enfrente de su trabajo. Ya casi no hay de esos puestos de jugos y licuados naturales, ahora todo esta lleno de conservadores, enlatado, empaquetado, etc. TODO ESTA LLENO DE CONSERVADORES y de cáncer (Mamá dixit).

Recordé a Laura una muchacha que trabajaba a un lado del local que atendía mamá. Solo tengo leves recuerdos de ella, creo que era alta, morena, delgada y de veintitantos (que en aquel entonces era demasiado, era una persona graaande jaja, aunque no creo que más grande de la edad que tengo actualmente). Siempre recuerdo a Laura sentada en su banquito pintándose las uñas de colores, principalmente rojo; para mi era la persona más femenina del mundo porque siempre le ponía especial cuidado a traer sus uñas pintadas y sus manos arregladas.

Creo que mamá no era tan cuidadosa en su maquillaje y arreglos femeninos como Laura, mi madre era una mamí joven con 5 niños que no rebasaban los 8 años; pero eso si, siempre se preocupo por tenernos limpios, pulcros, sin hambre (si, si, eso se nota jajaja) y atendernos con las manos que tenía y las que se inventaba. Ella es la súper mujer mamá, la súper mujer y mi súper heroína por sobre todas las cosas.

Porque antes de ser una mujer vanidosa o una esposa abnegada, siempre me ha demostrado ser que es la mejor mamá que sus hijos pueden tener.

T.A.M.M.